Hernán Cortés nació en Medellín, Extremadura, España, en el año 1485, en el seno de una familia hidalga, pero no acaudalada. A los catorce años fue enviado a la Universidad de Salamanca a estudiar leyes, pero su deseo de aventuras lo hizo abandonar esta ciudad dos años más tarde. En 1501, un accidente sufrido en Sevilla le impidió embarcar para América. Se alistó, poco después, en las fuerzas del Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, para la campaña de Italia, pero debido a una enfermedad hubo de permanecer todavía en la península durante algún tiempo. Finalmente, en la primavera de 1504, partió hacia la isla de La Española.Cuando en 1518 se proyectó una nueva expedición a México, en vista del fracaso de la de Juan de Grijalva, Velázquez encomendó a Cortés la dirección de la empresa. Arribó Cortés a las costas de Yucatán el 18 de febrero de 1519. En Tabasco libró su primera batalla, en la que resultó victorioso. Hernán Cortés tuvo noticia de la existencia del poderoso imperio azteca, al que estaban
sometidos todos los territorios de México, y decidió marchar sobre su capital, Tenochtitlan (posterior ciudad de México). El emperador Moctezuma recibió pacíficamente a Cortés en Tenochtitlan, en noviembre de 1519, convencido al parecer de que los españoles eran dioses. Sin embargo, poco después Cortés lo hizo prisionero, Considerándose injustamente relegado por el recién nombrado virrey de la Nueva España, Cortés regresó a España en 1540 para tratar de recibir apoyo del emperador, quien, sin embargo, lo acogió con frialdad. En su intento de granjearse de nuevo su favor llegó a participar en una infructuosa expedición a Argel, donde luchó con gran valor. No obstante, vivió el resto de su vida pobre. Hernán Cortés murió en Castilleja de la Cuesta cerca de Sevilla, el 2 de diciembre de 1547.
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